viernes, 26 de septiembre de 2014

La zurrukutuna.

Las sopas de ajo son una buena introducción a los platos de cuchara para los cocinillas inexpertos. Ingredientes sencillos, elaboración fácil y rápida y resultados deliciosos. Esto nos dará moral suficiente para meternos con guisotes más elaborados que, para qué nos vamos a engañar, tampoco es que tengan mucho misterio. Pero cada cosa a su tiempo.

Un vaso de buen vino tinto es el acompañamiento ideal para esta receta. ¿Quién dijo frío?

La sopa de ajo es una receta de aquí te pillo aquí te mato: en cosa de cinco minutos tienes una sopa de ajo básica que te te soluciona la comida en un día frío. Luego hay variantes deliciosas como la sopa castellana, pero hoy traemos la que para mí es la sopa de ajo definitiva: la zurrukutuna. La zurrukutuna, como su nombre indica es una receta vasca y como no podría ser de otra manera (o sí), su ingrediente estrella es el bacalao. Vamos con ello:

Necesitaremos:
  • 500 ml. de caldo de pollo.
  • 100 g. de bacalao desmigado y desalado.
  • Aceite de oliva.
  • Pan del día anterior.
  • Un pimiento choricero o una ñora.
  • Una cucharadita (de las de café) de pimentón.
  • Tres o cuatro dientes de ajo.
  • Una guindilla seca (yo le pongo de cayena que son las que tengo).
  • Un par de huevos.
Y ahora la elaboración por pasos:
  • Ponemos a hidratar el pimiento choricero en agua tibia y cuando esté hidratado, con un cuchillo y paciencia le sacamos la carne desechando la piel y las pepitas. Reservamos
  • Cortamos el pan en rodajas y lo tostamos ligeramente en el horno. Reservamos.
  • Aplastamos ligeramente los dientes de ajo, los pelamos y los ponemos a dorar con un chorro generoso de aceite de oliva en una cazuela plana o una sartén grande.
  • Añadimos la guindilla.
  • Cuando los ajos estén dorados los retiramos. 
  • Retiramos la guindilla (si te gustan las emociones fuertes puedes dejar la guindilla, allá tú)
  • En el aceite aromatizado por el ajo y la guindilla ponemos el pan desmigándolo con las manos, el pimentón, el bacalao y finalmente el caldo.
  • Volvemos a meter los ajos en el guiso y también la carne del pimiento choricero.
  • Dejamos cocinar a fuego lento durante 15-20 minutos removiendo y rompiendo el pan.
  • Seguimos removiendo un poquito más.
  • Cuando queden un par de minutos escalfamos los huevos en la misma sopa y una vez escalfados ya la podemos servir.
Ojo cuidao.
  • ¿Por qué aplasto los ajos en vez de filetearlos? Porque así es más fácil controlarlos y evitar que se quemen.
  • ¿A qué viene tanto meter y sacar los ajos? Muy sencillo, para evitar que se quemen. No me cansaré de insistir. Si eres un aspirante a cocinillas harás bien en grabarte esto a fuego en el libro de recetas de tu mollera: si se te queman los ajos la has jodido, ya puedes tirar el guiso.
  • Con el pimentón, tres cuartos de lo mismo: si se quema adiós receta. Por eso, aunque es conveniente cocinarlo un poco antes de añadir el caldo, debe ser muy rápido porque el pimentón se quema en seguida.
  • ¿Caldo de pollo en una receta de bacalao? Sí, caldo de pollo, qué pasa, ¿o es que vas a venir tú ahora a corregir al tito Karlos?
  • ¿Qué es escalfar? Escalfar es hervir un huevo sin cáscara dejando la yema líquida. Para escalfar un huevo lo cascamos con cuidado y actuamos como si lo fueramos a freír pero en vez de usar aceite los sumergimos en agua hirviendo o, como  en este caso, en sopa.

2 comentarios:

  1. Sois muy grandes!!!
    Al leeros me pasan dos cosas.....Primero me meo de risa con vuestros textos,..(ejemplo : •¿Caldo de pollo en una receta de bacalao? Sí, caldo de pollo, qué pasa, ,...jajajajaja) y segundo me apetece probarlo en el momento (he salivado y todo con las sopa,...)!!!

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    Respuestas
    1. ¡Gracias Nacho!

      Te has ganado un cuenco de zurrukutuna con doble de huevo escalfado.

      Lo de salivar no es mérito nuestro, te aseguro que esta es una receta en la que cualquier salivación está plenamente justificada.

      Saludos.

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