Lo de las linternas de calabaza en Halloween viene de la leyenda de Jack-o´-lantern, un tío tan rematadamente malo que ni en el infierno lo quisieron. De hecho cuando al morir fue rechazado en el cielo y se presentó en las puertas del infierno, Lucifer lo echó de allí lanzándole brasas encendidas. Jack las recogió en un nabo hueco y lo usó como linterna para iluminar su eterno vagar en busca de un lugar en el que hallar descanso. Al principio se hacían con nabos, pero con el tiempo empezaron a usarse calabazas para fabricar las linternas de Jack, ya que por su color la luz era más parecida a la que emanaría de aquellas brasas infernales. Nosotros, en vez de linterna con la calabaza vamos a hacer una focaccia que aprobaría el mismísimo Lucifer.
Necesitaremos:
- 400 g. de puré de calabaza.
- 1 cabeza de ajos asada.
- 500 g. de harina de trigo.
- 250 g. de harina integral.
- 30 g. de levadura fresca.
- 1 cucharada de sal fina.
- 50 ml. de aceite de oliva y un poco mas para pintar antes de hornear.
- 100 ml aprox. de agua tibia (aunque dependerá del agua que aporte la calabaza)
- 1 cucharada de miel.
- Romero.
- Sal gruesa o maldon.
- El blanquet es un embutido con el aspecto espectral que requieren estas fechas, así que vamos a ponerle también un par de blanquets.
Y ahora sí, vamos con la elaboración.
- El día anterior habremos dejado el romero macerando en el aceite de oliva.
- Cocinamos la calabaza en el horno y así conseguiremos un puré con menos agua. Asaremos también la cabeza de ajos.
- En la superficie de trabajo hacemos un volcán con la harina de trigo y en el crater ponemos la levadura desmenuzada, la cucharada de miel y un poco de agua tibia.
- Lo dejamos estar cinco minutos para que la levadura vaya haciendo marcha.
La levadura en acción. |
- Pasados los cinco minutos agregamos el aceite de oliva (previamente filtrado), la sal fina, el ajo asado y reducido a puré y el puré de calabaza.
- Espolvoreamos con harina la superficie de trabajo y empezamos a amasar.
- La masa debe quedar firme, elástica y ligeramente pegajosa. Si está demasiado seca añadimos agua muy poco a poco a medida que la vaya admitiendo. Si queda demasiado líquida añadimos harina integral.
Después del primer amasado. |
- Dejamos la masa en un bol, la tapamos con un paño limpio y la dejamos levar una hora o hasta que doble el volumen.
Levando. |
- Volvemos a espolvorear con harina la superficie de trabajo y volvemos a amasar para extraer el exceso de aire de la masa.
- Dejamos reposar, sobre el papel de horno, unos diez minutos más para que la masa pierda fuerza.
- Estiramos con el rodillo hasta que tenga el tamaño deseado. Nos debe quedar un grosor como de dos centímetros más o menos.
- Marcamos con los dedos los huecos típicos de la focaccia.
- Ya en la bandeja en la que la vamos a hornear, la dejamos levar media hora más tapada con un paño limpio.
- La regamos con un buen chorro de aceite de oliva y la marcaremos con los dedos (apretando sin miedo) para que cale bien el aceite. Si le vamos a poner blanquet este es el momento.
- La metemos en el horno precalentado a 200 ºC y la dejamos 25 minutos.
- El blanquet es opcional.
- Los tiempos de horno, como siempre son orientativos.
- Igual que ocurre cuando hacemos pan, en el primer amasado nos lo debemos currar trabajando la masa al menos durante diez minutos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Y tú ¿qué me cuentas?