lunes, 24 de noviembre de 2014

Espaguetis negros con crema de azafrán y langostinos (especial para ligones bocazas).

Vale, muchachote, la has fastidado y lo sabes. Sí, la chica es guapa. Y no llamó a seguridad cuando te acercaste a hablar con ella; eso siempre es un buen comienzo. No parecía drogada y sin embargo sonreía al hablar contigo. ¡Hasta se reía con tus chistes y tus anécdotas! ¡Era perfecta! Te costó decidirte pero al final, espoleado por el alcohol te decidiste: te invito a cenar, dijiste. ¡Y ella respondió que sí! Supongo que fue entonces, embriagado por tu éxito más incluso que por los tres caciques como tres soles que llevabas en el cuerpo, cuando te viniste arriba: “cocino yo”. Ese fue el instante exacto. Con esas dos palabras inocentes, con esas ocho letras candorosas e inofensivas la jodiste pero bien. Porque seamos realistas, tú no tienes ni puta idea de cocinar. Y decir eso es quedarse nadando en la superficie sin entrar en las profundidades abisales de tu torpeza culinaria. Tu ineptitud en el universo de los fogones es épica, es mitológica, es galáctica y no sé cuántas esdrújulas más. ¡Eres famoso entre tus amigos porque una vez se te quemó una ensalada!



Vale, que no cunda el pánico, todo tiene solución. Tita Maite y Tito Lvisen de Otro puñetero blog de cocina vienen al rescate. Podríamos intentar solucionar esa cena con una carne de calidad, a la brasa o a la plancha y acompañarla con unas verduritas al vapor como guarnición. Pero es que la carne es un poco puñetera. Para invitar a alguien a comer carne tienes que conocer bien a esa persona y sus gustos: hecha, poco hecha, al punto, cruda, ... Y no es el caso. También hace falta cierta habilidad que de momento no posees, recuerda aquella ensalada. No pasa nada, vamos a intentarlo con una receta de pasta. Sí, dicho así no parece gran cosa, pero te aseguro que esta es una receta de pasta muy especial. Es una receta de pasta pero es una receta de pasta con clase, es una receta de pasta vestida de noche con escote vertiginoso y taconazo de 15 cm. La conocí en Directo al paladar hace unos cuantos años y cada vez que la hago me gusta más. Con esto, un buen vino blanco y una ensalada caprese, tienes la cena y el éxito asegurados. Pero vamos a ello.

Necesitaremos:
  • 200 g. de espaguetis negros.
  • 200 ml. de nata.
  • Una docena de langostinos pelados.
  • Una cebolleta cortada en juliana fina.
  • Medio calabacín cortado en tiras finas.
  • Mantequilla.
  • Dos sobrecitos de hebras de azafrán (he dicho hebras de azafrán, no colorante en polvo para paellas)
Vamos con la elaboración:
  • Cuece los espaguetis en abundante agua salada el tiempo que indique el fabricante. Remueve de vez en cuando para que se suelten bien.
  • En una sartén pon una nuez de mantequilla y cuando se funda agregas el azafrán y lo remueves durante 30 segundos.
  • Añade la cebolleta y los langostinos y saltéalos durante un par de minutos.
  • Añade el calabacín y saltéalo durante 30 segundos. El calabacín es frágil y más cortado tan fino, así que muévelo con un poco de cariño.
  • Ha llegado el momento de añadir la nata, mezclarlo todo bien y relajarse un poco mientras la salsa se reduce y se integran los sabores. Con cinco minutos hirviendo a fuego medio debería bastar.
  • Cuando la pasta esté lista la escurres bien, la sirves y la presentas poniéndole un poco de salsa por encima. Intenta que te quede vistoso, recuerda que siempre empezamos a comer con la vista. Puedes sacar a la mesa el resto de la salsa en una salsera o un cuenco para poder añadir al gusto. 
Ojo cuidao:
  • Esta receta está lista en veinte minutos y la pasta hay que servirla bien caliente, así que prepárate los ingredientes pero no empieces a cocinar hasta que llegue tu invitada. 
  • El ritmo es importante en esta receta. Debes estar pendiente y seguir los pasos al pie de la letra. Cuando hayas añadido la nata podrás relajarte, servir un par de copas de vino y hacerte el chulo removiendo la salsa de vez en cuando como si fueras un gran chef, pero hasta entonces estate en lo que estás. ¿Que ella lleva un escote de esos que hacen temblar los trastos en las sacristías? tú la miras a los ojos. ¿Que lleva una minifalda kilométricamente corta? Tú la miras a los ojos. ¡He dicho a los ojos! Mientras estés cocinando no hay tiempo para veleidades venéreas. No si quieres tener alguna posibilidad de hacer algo remotamente venéreo después.
  • Para acompañar esta receta es recomendable un vino blanco con carácter. Un día de estos os enseñaré uno bueno.
  • Infórmate y si la chica es vegetariana elimina los langostinos. Los puedes sustituír por una zanahoria cortada en bastoncitos finos. El sabor perderá algo de potencia y complejidad organoléptica pero tranquilo, el azafrán sabrá mantener el tipo.
  • Si es vegana estricta tendrás que olvidarte de esta receta y pasar al plan B.

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